domingo, 1 de abril de 2012

Compramos servicios dentales? o Requerimos los servicios de un dentista?

Hola a todos!
Si alguien me quiere echar la bronca por no haber escrito en tanto tiempo lo entenderé. La finalización de mi nueva página web, www.clinicacampuzano.com, y la preparación de mi próximo curso, me han tenido muy ocupado en mis ratos delante del ordenador.
Hace unos días tuve una conversación inquietante con una paciente. Esta persona me decía que la odontología era cara, lo cual me retrotrajo a mi anterior entrada, ¿Por qué la Odontología es cara? Pero me sorprendió sobre todo que hablara de los tratamientos dentales como bienes de consumo y que equiparara los servicios de un dentista con los de otro. Lo cual me llevó a pensar en que la gente trata los procedimientos dentales como bienes de consumo que se compran y no busca el tratamiento de uno u otro dentista. No es una cuestión de confianza y calidad, es solo una cuestión de precio y de que se debe recibir algo a cambio que no tiene que ver con la atención dental y la salud; si no con un producto que se compra. Y da lo mismo si el paciente es de clase alta, media o baja, lo que importa no es tanto su dinero como su percepción de la salud y el cuidado profesional.

Normalmente intento recalcar que el precio de un tratamiento no depende solo de los costes obvios de su producción (el precio de los materiales principalmente), también depende del profesional que lo realiza, de sus conocimientos, su atención al detalle,  su experiencia y su habilidad (probablemente por este orden). Es por eso que los mejores, con independencia del coste de los materiales, deben cobrar más. Tengo el placer de trabajar con uno de los mejores técnicos de prótesis dental del mundo, y sé que sus costes de producción en una corona pueden ser ligeramente mayores que los de otros técnicos, pero su precio no está en los materiales, está en su conocimiento, en su tiempo y en su calidad. Pago sus precios gustosamente porque sé que lo que recibo, normalmente es excelso. Del mismo modo deben pensar algunos de mis pacientes, saben que me preocupo porque todo esté lo mejor posible y entienden que mis precios sean superiores a los de algunos colegas.
Quienes no piensan así, quienes piensan que una funda es una funda, aquí y en Lima, desgraciadamente suelen recibir tratamientos corrientes porque se guían por el precio. Y señoras y señores, no existe la magia, si pagas nada por tu salud, sueles recibir nada a cambio.
Pero estas personas no me sorprenden, siempre hay gente que por desgracia no puede permitirse los mejores tratamientos y busca opciones más baratas. Es por estos pacientes por los que debemos esforzarnos más, buscar soluciones para darles tratamientos de calidad pero que sean asequibles. Y muy especialmente en estos tiempos. Además debemos separar a aquellos que no pueden de los que no quieren gastarse el dinero en sus maltrechas bocas.
Pero hay un tipo de paciente que me inquieta más. Aquellos que compran un tratamiento, pero quieren separar su tratamiento de tu atención profesional. Piensan que solo deberían pagar por "los materiales", que lo que tu cobras es poco menos que robarles. Que solo deberíamos cobrar lo que nos cuestan los tratamientos. Esa teoría es ridicula, elimina al dentista de la ecuación. Por esa regla de tres deberíamos dejar que las compañias de composite comercialicen directamente restauraciones y que los pacientes se los pongan ellos mismos. El problema es que eso no es posible, que sigue haciendo falta alguien entrenado y con conocimientos para discernir cuando y como utilizar los materiales dentales (por eso pone que solo deben ser usados por dentistas, no por casualidad) y eso es lo que se paga, no solo que se usen los materiales de la más alta calidad.
¿Acaso cuando vamos a un dermatólogo o a un cirujano plásticopensamos en sus costes? Pensamos en si es bueno o no, pero los dentistas no hemos sabido hacer pedagogía...
Supongo que esto va a seguir ocurriendo y tenemos que hacer mucha, mucha pedagogía; dentistas, técnicos, depósitos dentales, todos.


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