viernes, 12 de mayo de 2017

La obsesión por la vida "sana" que nos hace evitar la sanidad.

Las conversaciones "sui generis" me matan...

Hoy voy a ser breve, llevo tiempo sin escribir pero tampoco quiero repetirme.

La cosa es que  cada vez que leo o escucho noticias acerca de gente que empieza a desconfiar de los profesionales de la salud con teorías conspiranoicas del tipo: "las vacunas son malas porque producen autismo" (lo dijo incluso el poco brillante presidente de los Estados Unidos),  los medicamentos son malos porque son sintetizados y no son "naturales", voy a hacerme unos enjuagues de hierbabuena con tomillo para curar mi dolor de muelas, porque no me convence la opción de la endodoncia o voy a curar mi cancer de cólon con meditación y cacahuetes me hacen perder la fe en el género humano.

En general no somos como el buen vino, y con los años empeoramos. Así que más vale que hagamos caso de los pocos buenos consejos que recibimos de los profesionales sanitarios.

Tener hábitos saludables como una vida activa y no sedentaria, seguir una dieta equilibrada,  evitar el excesivo stress y hacerse chequeos médicos cada cierto tiempo para prevenir y evitar tratamientos más agresivos ayuda. Y es en la prevención cuando los profesionales de la salud nos ayudan. Los hábitos saludables no son sustitutos de ciertas áreas de prevención médica y nunca lo serán.

Por nuestra parte en nuestra clínica dental nos encargamos de la parte de prevención a nivel dental y oral. Una revisión y una higiene cada 6 meses minimizan el riesgo de caries, de piorrea y ayudan a detectar lesiones antes de que sean más graves, desde pequeñas caries que serán tratables con mínima intervención, prevención de problemas periodontales y sus posibles relaciones a nivel sistémico (menos riesgo de problemas cardiacos) o incluso la detección precoz de un cáncer oral. Creo que merece la pena.