martes, 17 de octubre de 2017

No os desgasteis los dientes, no vomiteis.


Escribo esto para todos, pero especialmente para que los jóvenes y niños, especialmente las niñas, para que no hagan nunca esto.

Hoy quiero escribir sobre la bulimia y la anorexia nerviosa. Y esto de hablar de niñas y chicas no es una forma de hablar machista, porque 9 de cada 10 casos diagnosticados son en mujeres. Estos trastornos alimentarios que van acompañados de vómitos son muy malos, malos para el cuerpo, para el tracto digestivo que comienza por la boca. Pero la boca también es belleza, y si destruyen su boca ese objetivo de estar guapo o guapa no lo alcanzará. De repente dejará de sonreir, porque esa sonrisa no le gustará. No solo no disminuirá los complejos si no que los acrecentará.

Los dientes se van afilando y acortando si hay mucho desgaste. Esto los afea mucho.



En un mundo cada día más exigente, donde la talla de la ropa parece que va menguando cada año y donde la belleza pasa por estar delgado y entrar en los cánones del diseñador del momento, nos encontramos con casos de jóvenes que ante tamaña presión acaban teniendo desórdenes alimentarios. Y estos desórdenes tienen peajes. 

Hemos tenido la suerte de poder ayudar a varios pacientes con desgastes severos en sus bocas producidos por reflujo gastroesofágico (GERD en inglés) y habitos como consumir alimentos ácidos como vinagre, cítricos o bebidas carbonatadas y ácidas en exceso. Pero hay un grupo que me llama la atención por lo agresivo de los desgastes en algunos casos. Y esos son los desgastes producidos por los vómitos, especialmente después de atracones cuando lo que sale por el esófago es ácido de batería que corroe y quema todo lo que encuentra a su paso. Tened en cuenta que el vómito puede tener un pH de 3.5 aproximadamente, pero cuando el estómago está con sus jugos gástricos al 100% de actividad tratando de digerir un montón de comida, esos jugos pueden tener un pH cercano al 1.5. Así que no solo te quemas el esófago si no que además "disuelves" los dientes. Esa capa tan resistente que es el esmalte dental va erosionándose hasta desaparecer.

En cuanto desaparece el esmalte nuestra saliva, alimentos y más vómitos aceleran el proceso y los dientes se desgastan más y más. Con la dentina (capa interna del diente, debajo del esmalte) expuesta, algunos tienen sensibilidad dental y beber algo frío les molesta, además tienden a tener más caries porque un entorno ácido lo favorece, los dientes se van moviendo porque la falta de contactos por la erosión favorece el movimiento y al disminuir la altura de los dientes se va disminuyendo la altura del tercio inferior de la cara, lo que produce un efecto de cara anciana prematura. En un mundo donde la juventud y la belleza se valoran tanto, esto causa mucho daño.

Los dientes se van haciendo pequeños y tambien pueden mostrar marcas exteriores.

Desde luego, lo más importante es la prevención precoz de estos desórdenes alimentarios. Y esto está en manos de los padres primero y de los profesionales sanitarios. Es importante ver la evolución física de nuestros hijos, que los pediatras estén alerta y que los dentistas revisen cualquier desgaste anómalo en la boca, especialmente en caras palatinas de los dientes superiores. Antes de que esto avance hay que hablar con los padres (si es menor), con la persona implicada y buscar ayuda psicológica. Al exponerse la dentina es interesante proteger bien estas superficies.





Si el daño se ha producido, y esto puede ocurrir muy rápido en algunos casos, es importante rehabilitar al paciente minimizando el desgaste dental. Es decir, para rehabilitar la boca de los pacientes tanto funcional como estéticamente, deberíamos en la medida de lo posible desgastarlos lo menos posible, ya están desgastados, no queremos quitar para poner mientras sea posible. Así que haremos restauraciones parciales, como carillas y overlays, evitando las coronas siempre que podamos para no desgastar los dientes en exceso. Además el hacer carillas y overlays nos permite hacer una odontología adhesiva más respetuosa con el conjunto del diente, que no requiera de desvitalizaciones de dientes muy destruídos y que sea fácil de reparar y/o controlar. Nunca os olvideis de que cuanto más diente, mejor.

Boca rehabilitada con restauraciones cerámicas

Quiero enfatizar que no todos los desgastes se producen por bulimia o anorexia nerviosa, no quiero que cunda el pánico en la población. El reflujo, el bruxismo, el apretamiento de dientes, los alimentos muy ácidos y otras muchas causas producen desgastes de distintos tipos. Pero esta es una causa importante en un segmento de la población que por edad debería tener los dientes impolutos y sin embargo van a necesitar de mucho tratamiento dental a una edad temprana si por desgracia no se previene a tiempo. Hace falta prevención, compresión y sobre todo mucho cariño.

No me queda más que despedirme hasta la siguiente entrada en el blog y decir a aquellas personas que sufren estos trastornos que con ayuda, uno puede superar esa etapa, que no hace falta entrar en la talla más pequeña de la tienda de ropa y que a partir de una edad o te amojamas o te ajamonas.

Un abrazo fuerte desde Clínica Dental Campuzano en Bilbao.


 

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