sábado, 9 de enero de 2016

Y ya van 10 años

Hola a todos,

Hace unos días nuestra clinica dental, Clínica Dental Campuzano, cumplió 10 años. Ha sido una decada de mucho esfuerzo. Hace 10 años 2 jóvenes dentistas recientemente casados y con muchísima ilusión decidieron endeudarse hasta las cejas para poder tener un lugar propio en que poder realizar una odontología que les gustaba. Poco a poco hemos ido viendo que no nos equivocamos. Pero nos ha costado muchísimo.
Ahí estamos, en el primer piso de Rodriguez Arias 32, en Bilbao.




Empezamos con mal pie, o mala mano. Poco antes de abrir tuve un accidente doméstico y me corté parcialmente el pulgar y el anular de la mano izquierda.
No fue mucho excepto en el pulgar donde además de nervio me corté el tendón y no podía mover el dedo más importante de la mano. Este es el primer punto de agradecimiento, gracias al Dr. Enrique Lobato del Hospital de Basurto en Bilbao por las dos operaciones que hicieron que pudiese recuperar la movilidad del dedo y así la función completa de mi mano izquierda. Sin ello, no podría haber siquiera empezado esta aventura profesional. Estuve con la mano quieta 3 meses, pero nos pusimos un objetivo, abrir en enero de 2006.
Y así fue. el 2 de Enero de 2006 abrimos nuestra consulta llenos de ilusión. Habíamos estudiado sendos postgrados en Endodoncia (Conse Pueyo) y Periodoncia (Jon Gurrea). Y queríamos hacer una práctica clínica centrada en salvar dientes, en mejorar su pronóstico. Justo cuando empezábamos nuestra actividad también comenzaron las obras del parking de la plaza Campuzano, un horror. Nuestra plaza convertida en zona de guerra y apenas pasaba gente por allí. Pero a cambio teníamos tiempo para leer y seguir formándonos, Conse realizó el curso de Experto Universitario en odontología estética por la Universidad Rey Juan Carlos, dirigido por Laura Ceballos, cuando el Dr. Jorge Perdigao y el Dr. Sillas Duarte eran profesores de ese programa modular. Yo mientras fuí al curso modular de Iñaki Gamborena en el invierno de 2007 con mi amiga Marina Ávila.


Fuimos poco a poco desarrollando nuestra actividad, poquitos pacientes, pero gente que fue entrando en nuestro modo de ver las cosas. Y las obras acabaron, era Mayo de 2007.

Esta es la Plaza Campuzano hoy, es lo que vemos desde nuestros gabinetes, la verdad es que me encanta levantar la mirada cuando estoy trabajando  y ver la plaza.

A principios del 2007 mi amigo Fernando Toro me dijo que a ver si me interesaba dar clase en el Master de Implantología de la Universidad Alfonso X el Sabio que por aquel entonces dirigía Pedro Casillas, dije que sí y fue un año entretenido. Estuve desde enero de 2007 hasta junio y en Septiembre me pidieron ampliar el horario de un día a día y medio a la semana. Eso hacía mis semanas muy intensas y me lo pasaba genial.

Pero se cernía sobre España un cataclismo peor que cualquier obra debajo de tu negocio. La crisis.  Fueron momentos de tribulaciones. ¿Debemos ser más económicos y más mercantilistas? ¿Debemos plegarnos a peticiones de "parchear" y no de proponer tratamientos más globales y que cuidarán mejor el conjunto de la boca de nuestros pacientes en el largo plazo? Hubo momentos de agobios económicos, de pensar en abaratar costes, y eso va siempre en detrimento de la calidad. Pero decidimos mantenernos fuertes en nuestras convicciones y apechugar. Si hay crisis, mejor diferenciarse por calidad. Que nuestros pacientes perciban que reciben más por un precio similar. No eramos, ni somos, una clínica grande, no queríamos bajar la calidad y teníamos que diferenciarnos. Así que... ¡más madera!

En 2008, hubo muchos cambios. La verdad es que fue un año importantísimo en nuestras vidas. Yo tuve que volver a centrarme en la odontología conservadora, y no sólo perio y prótesis. Conse tuvo que ir dejando áreas de trabajo porque ibamos a tener a nuestros hijos y yo tenía que asumir más responsabilidad en la clínica. Y empezamos a trabajar con August Bruguera. Todavía me acuerdo del tratamiento. Fueron seis carillas feldespáticas. Ya habíamos hecho muy buenos casos de cerámica anterior con técnicos de Bilbao como María Ruiz a quien estoy muy agradecido por los excelentes trabajos que hemos realizado, algunas rehabilitaciones completas excelentes.
Mientras a mediados de 2008, metido en mi primer y único año completo en el master de Alfonso X el Sabio,  supe que ibamos a tener familia y decidimos poner fín a mi relación con Alfonso X. Fue un curso muy entretenido y guardo muy buen recuerdo de la mayoría de los alumnos.
Si tuviera que decir qué año ha sido el más importante en mi vida profesional diría que fue el 2008, supuso un cambio en mi mentalidad total, me fuí introduciendo cada vez más en la odontología conservadora de la mano de Conse y eso me hizo cambiar el modo de ver la odontología.

En 2009, la crisis ya se había instaurado en el País Vasco pero fue un año curioso. Teníamos ya muchos tratamientos de ortodoncia referidos a Javier Castaños e Iñigo Gómez Bollaín. Y en ese año varios acabaron ortodoncia y requerían de el toque final de restauraciones que, en equipo, Conse, August y yo acabamos, así que a pesar de los malos augurios seguíamos creciendo. Fueron muchas satisfacciones. Además, yo dedicaba tiempo a encerar, para mejorar mi control de la forma tanto en restauraciones indirectas, como directas. También recuerdo un curso de provisionales sobre diente de Iñaki Gamborena que me fue muy práctico y que siempre recomiendo.

2010 y 2011 fueron un año de afianzar conceptos, unos años excelentes de trabajo, mucha gente nos iba conociendo y algunos compañeros nos iban refiriendo trabajos de alta demanda estética. Conse volvía a estar en la consulta al 100% y la cosa marchaba bien. A finales de 2011 tuvimos una nueva incorporación a la familia y estábamos encantados. Se nos unió Charo, nuestra auxiliar principal, qué haría sin ella. La cosa rodaba. En aquella época Jaime Jimenez, director del master de Implantología de la Universidad Europea de Madrid, me invitó a colaborar puntualmente con su master. Me hizo mucha ilusión poder seguir de algún modo relacionado con la universidad, siempre he tenido buena relación con la familia Jimenez desde que Vicente Jimenez nos permitiese ir "a ver" a su consulta a Conse y a mí en nuestros primeros años después de graduarnos. Desde aquí, aunque ya lo sepais, muchas gracias.

2012 supuso un bache en la clínica, creo que ha sido el año en el que más hemos sentido la crisis, y llegamos a estar preocupados, volvieron algunas dudas, pero fieles a nuestro proyecto, seguimos adelante con nuestras convicciones. En la segunda parte del año remontamos el vuelo y el miedo a la situación económica fue suavizándose. Recordad que este fue el primer año del gobierno de Rajoy, el paro subía sin parar, la crisis de la deuda española en verano hizo crecer la sombra del rescate, que de hecho se hizo real con el rescate al sector financiero, y todos estabamos asustados. Pero hubo algo especial en 2012, ese año August y yo hicimos nuestro primer curso juntos. Un curso de 3 días para clínicos y técnicos. Lo hicimos en el Colegio de Dentistas de Vizcaya y desde aquí mi gratitud a Agurtzane Meruelo y Thais Laespada por apoyar el proyecto y permitir que clínicos y técnicos asistieran juntos a un curso en el Colegio. Sé que costó convencer a algunos de que los técnicos son una parte crítica del trabajo del dentista y que debían acceder al curso. Fue el primer curso, y aunque estaba nervioso, fue muy divertido y decidimos que había que hacerlo todos los años.



Ese año fue un año especial en el ámbito de la educación dental, ya que poco a poco fueron invitándome a más sitios para dar conferencias y cursos y porque me fuí introduciendo un poco más en las redes sociales de las que apenas sabía nada. Eso me hizo ponerme en contacto con gente muy interesante de la profesión. Recuerdo una relación que surgió ese año y que mantengo con cariño que es con el técnico de prótesis Miquel Coronel con quien hago muchos de mis trabajos de prótesis removible y en especial las prótesis completas. Si uno quiere trabajar bien debe de rodearse de los mejores, gracias Miquel por seguir atendiendo mis llamadas y mis trabajos. Otra relación que surgió fue con Jordi Manauta y sus amigos de StyleItaliano, un grupo de talentosos dentistas afincados en Italia que se interesaron por mi trabajo. Así que fue un año complejo pero muy divertido.

En 2013 tuvimos un año de altibajos en la clínica, la crisis seguía dándonos sustos pero nosotros seguíamos disfrutando de la profesión. Ya con una estructura cada vez más estable podíamos dedicarnos bien tanto a clínica como a formación. Cuanto más centrado está uno en su consulta mejor van las cosas y en 2013 ya hacia tiempo que empleábamos casi todo nuestro tiempo en nuestra consulta, sin apenas colaboraciones externas. Empezamos el año con el curso de restauraciones cerámicas que August y yo habíamos decidido hacer y fue un año especial. Un grupo de altísimo nivel, que exigía, pero un grupo de personas a las que me ha dado mucho gusto conocer. Nos reímos muchísimo y aprendimos mucho, sé que muchos de ellos guardan un gran recuerdo del curso porque me lo siguen recordando. La verdad es que todos los años surge gente especial en los cursos y eso nos da energías para la siguiente edición.

También recuerdo traer al Colegio de Dentistas de Vizcaya a Rafael Calixto, que estuvo por primera vez en España con nosotros haciendo un caso en directo. Qué día más bueno, aprendimos mucho e hicimos un nuevo amigo.
Ese año fuimos a un congreso de Brasil que organiza Luiz Narciso Baratieri y nos lo pasamos genial además de hacer muchas buena relaciones y de aprender un montón. Además tuve la oportunidad de dar dos conferencias en ese país del que siempre guardo un buen recuerdo.
Pero si tuviera que destacar este año fue por el impulso que la formación (la que damos y la que recibimos) dió a nuestros trabajos, vimos áreas a mejorar y fuimos planificando su implementación. Estudiar para dar formación te hace ser mucho más exigente contigo mismo y a ello nos pusimos. Y una de la áreas en la que pusimos más interés fue la de la odontología conservadora y la endodoncia. Había hecho un viaje para visitar a mis amigos Jordi Manauta y Anna Salat en Liguria, y disfruté muchísimo. Hacíamos buena odontología conservadora, pero estar con ellos y con Walter Devoto (excelente dentista en Sestri Levante) me hicieron reconsiderar ciertas cosas. Gracias a los tres por atenderme tan bien esos días. En endodoncia nos planteamos muy seriamente la necesidad de cambios importantes para introducirnos en la endodoncia actual y tengo que decir que la evolución de Conse fue impresionante. Así que introdujimos el microscopio en la clínica después de una estancia que Conse hizo con Carlos Vidal Tudela durante una semana en Almería. 

2014 fue el año del microscopio, su adquisición ha sido un antes y un después en nuestra
odontología.


La mejora en endodoncia ha sido espectacular, mucho más predecible, más conservadora y con más aplicaciones. Hay que agradecer a los compañeros que confían en nosotros al referirnos sus tratamientos en endodoncia. Eso y los avances en odontología conservadora marcaron el año.
En cuanto a la formación fue un año especial porque Paulo Monteiro de Lisboa, Rodrigo Maia de Iowa, Jordi Manauta y yo nos reunimos en Bilbao para dar un curso de Odontología Adhesiva al que llamamos no oficialmente Bilbond, al año siguiente 2015 Paulo decidió llamarlo Lisbond. Y probablemente la principal reseña fue el poder hablar para Sepes en dos eventos, en el primer Simposio de Valores Sepes y en la reunión anual de Málaga 2014. Hay que agradecer a su presidente, Nacho Rodríguez, su dinamismo y ganas de apoyar a la gente joven. También hay que destacar el curso que Conse dió con Carlos Vidal Tudela en el CODBI sobre endodoncia. Carlos y Conse no dejan de sorprenderme por su pasión por la endodoncia. Estuvieron dos fines de semana de 2014 hablándome de endodoncia y aprendí un montón.

Finalmente me queda 2015, último año de esta década en Clínica Dental Campuzano. Ha sido un año diferente en muchos sentidos, a mediados de 2014 se unió al equipo Idoia Ojanguren, como ortodoncista. Siempre había sido reticente a la introducción de un ortodoncista en la clínica, pero poco a poco fuimos viendo que era necesario. Seguimos teniendo buena relación con los ortodoncistas de la ciudad, pero veíamos necesario para seguir mejor los casos el tenerlos en la propia clínica, poder discutirlos in situ y ver las revisiones de los pacientes más a menudo sin necesidad de hacer al paciente ir de un sitio a otro. Cada vez estamos más contentos de esta decisión. En 2015 hemos tenido un año de trabajo muy intenso de trabajo, estando los tres a tope. Espero que 2016 sea al menos tan bueno.
Este año ha surgido una novedad con el curso de restauraciones cerámicas, por primera vez lo August y yo lo hemos sacado de Bilbao e hicimos una edición en Barcelona con Patricia Gatón y Esther Ruiz de Castañeda en Mit Dental, fue una experiencia genial que repetiremos seguro.

Como veis este es un relato un poco más intimo de nuestra andadura a lo largo de estos 10 años. Sé que no he nombrado a todas las personas que han tenido incidencia en nuestra actividad profesional. Y no he nombrado a los pacientes por razones obvias de secreto profesional. Pero quiero que sepáis que tanto Conse como yo os apreciamos muchísimo. Espero que los próximos 10 años sean excelentes y si puede ser, un poquito más fáciles, con menos errores y con la misma alegría.

Haced caso al difunto Dicky Fox.


1 comentario:

  1. Hola, Jon. Gracias por un blog tan interesante y actualizado, es muy útil en un sector donde suele faltar información. Te quería hacer una consulta breve: vivo en Madrid y se me ha partido un incisivo pero no conozco dentistas aquí ni sé cómo valorar cuáles tienen más prestigio (o son más fiables), ¿existe algún tipo de clasificación donde pueda consultarse qué dentistas tienen una mejor reputación profesional en Madrid? (Sin importar el precio.) gracias y saludos.

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